Las varices son una de las afecciones vasculares más comunes, pero también una de las más incomprendidas. Lejos de ser un problema meramente estético, pueden convertirse en un signo de trastornos circulatorios más serios. En España, se estima que alrededor del 40% de las mujeres y el 20% de los hombres desarrollarán varices en algún momento de su vida. En este artículo, desgranamos sus causas, opciones de tratamiento y los avances tecnológicos que permiten abordarlas con eficacia, sin olvidar la importancia de elegir un centro especializado adaptado a cada paciente.
¿Qué desencadena la aparición de varices?
Las varices son venas dilatadas y deformadas que pierden su capacidad para impulsar la sangre hacia el corazón. Su origen se relaciona con la disfunción de las válvulas venosas, cuya función es evitar el retroceso de la sangre. Cuando estas válvulas se debilitan, la sangre se estanca, aumentando la presión en las venas y provocando su hinchazón.
Factores de riesgo principales:
- Genética: Tener familiares directos con varices multiplica por cuatro el riesgo de desarrollarlas.
- Edad: A partir de los 30-40 años, la elasticidad de las venas disminuye.
- Género: Las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) relajan las paredes venosas.
- Factores laborales: Profesiones que exigen estar de pie o sentado durante horas.
- Obesidad y sedentarismo: Aumentan la presión abdominal y reducen la eficacia de la circulación.
Zonas más afectadas:
El 95% de las varices aparecen en las extremidades inferiores (piernas, muslos y pantorrillas), debido a la presión que ejerce la gravedad en estas zonas. También pueden manifestarse en la región pélvica o el esófago, aunque estos casos son menos frecuentes.
Síntomas: Cuándo preocuparse
Las primeras señales suelen ser sutiles:
- Pesadez o cansancio en las piernas al final del día.
- Hinchazón leve en tobillos.
- Aparición de "arañas vasculares" (venas rojizas en forma de red).
En fases avanzadas, los síntomas incluyen:
- Dolor constante, calambres nocturnos o picor intenso.
- Cambios en la coloración de la piel (oscurecimiento o eccema).
- Úlceras venosas, que requieren atención médica inmediata.
Prevención básica: Ejercicio moderado (caminar, ciclismo), evitar el calor directo en las piernas y mantener un peso saludable reducen el riesgo. Sin embargo, una vez que las varices se han formado, es fundamental optar por tratamientos específicos.
Opciones de tratamiento: Del alivio temporal a la solución definitiva
- Tratamientos conservadores
- Medias de compresión graduada: Mejoran la circulación, pero no eliminan las venas dañadas. Recomendadas para casos leves o posoperatorios.
- Fármacos venotónicos: Alivian síntomas como la hinchazón, aunque su efecto cesa al suspender el tratamiento.
-
Escleroterapia
Consiste en inyectar una sustancia (usualmente líquida o en espuma) que sella venas pequeñas o medianas. Requiere varias sesiones y puede asociarse a microfleboctomía (extracción de varices mediante microincisiones). -
Cirugía tradicional (safenectomía)
Extirpa la vena safena (la principal afectada) mediante incisiones. Aunque efectiva, implica anestesia general, hematomas postoperatorios y hasta un mes de recuperación. -
Técnicas mínimamente invasivas
- Láser endovenoso (EVLT): Usa energía térmica para cerrar la vena afectada sin extirparla.
- Radiofrecuencia: Similar al láser, pero emplea ondas de radiofrecuencia.
Láser endovenoso: Cómo funciona y por qué marca la diferencia
El láser endovenoso se ha posicionado como una de las técnicas más demandadas por su equilibrio entre eficacia y mínima invasividad.
Etapas del procedimiento:
- Evaluación inicial: Ecografía Doppler para trazar un mapa preciso de las venas afectadas.
- Anestesia local: Se adormece la zona para garantizar comodidad durante el tratamiento.
- Inserción de la fibra láser: Mediante una microcánula, se introduce el láser en la vena para aplicar calor controlado.
- Oclusión de la vena: El cierre progresivo redirige el flujo sanguíneo hacia venas sanas, restableciendo la circulación.
Beneficios contrastados:
- Procedimiento ambulatorio: Duración media de 45-60 minutos, sin ingreso hospitalario.
- Efectividad superior al 95%: La Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular respalda su eficacia en venas de entre 3 y 8 mm.
- Recuperación acelerada: La mayoría de los pacientes reanudan sus actividades en 24-48 horas.
Elección de la clínica: Un factor clave en los resultados
Seleccionar un centro médico adecuado es determinante para garantizar seguridad y éxito. Es recomendable priorizar clínicas que:
- Cuenten con especialistas en cirugía vascular y tecnología actualizada.
- Ofrezcan diagnósticos personalizados, incluyendo ecografías preoperatorias.
- Ubicación cercana: Facilita las visitas de seguimiento y reduce riesgos asociados a desplazamientos largos.
En Bilbao, por ejemplo, Dermitek ha implementado protocolos basados en láser endovenoso, combinando precisión técnica con un enfoque centrado en las necesidades individuales. Centros como este disponen de equipos de última generación y programas personalizados, información detallada sobre sus métodos puede consultarse en www.dermitek.com/quitar-varices-laser-endovenoso/.
Mitigando riesgos: Preguntas clave antes de decidirse
Antes de optar por cualquier tratamiento, conviene resolver estas dudas con el especialista:
- ¿Existe contraindicación por otras enfermedades (diabetes, problemas cardíacos)?
- ¿Qué porcentaje de éxito tiene el método en casos similares al mío?
- ¿Incluye el precio las revisiones pos tratamiento?