El Camino

Hubo un tiempo en el que estaba convencido que para ser feliz y disfrutar de una vida plena, necesitaba acumular posesiones ( familia, casa, vehículos, amistades, mil trastos,etc) y aunque disfruté de todo ello, sobre todo de mi familia, también me generó una enorme responsabilidad que en muchos momentos degeneró en apegos y ansiedades que me impedían conectar conmigo mismo...

La vida está en constante movimiento y todo lo que te llega también se va antes o después...

Con el tiempo me di cuenta que lo único que en realidad poseo y es realmente importante ESTÁ EN MÍ, que lo material que necesito cabe en una mochila que puedo transportar a la espalda, con las manos libres y las piernas ágiles para recorrer el CAMINO, sin prisas, para disfrutar mejor de las personas preciosas y la belleza que me voy encontrando a cada paso...

Esta constatación me hizo sentir más LIBRE, más pleno , más FELIZ...

Pero lo más liberador es haber descubierto que puedo prescindir, en un momento dado, de todo lo que llevo encima, quedarme desnudo sintiendo las inclemencias del tiempo en mi piel y seguir caminando descalzo, con decisión, en armonía con lo que me rodea, sorteando los obstáculos que se presentan y seguir disfrutando del camino TAL CUAL SOY, sin disfraces ni artificios, guiándome por mi INTUICIÓN (esa sabiduría interior que todos tenemos y que pocas veces tenemos la valentía de ESCUCHAR y CONFIAR en ella), a pecho descubierto, con el Corazón palpitante, FIEL a mis entrañas y a mi esencia, para compartir con los seres maravillosos que me encuentro lo que soy...

SIEMPRE VERDAD.

José Sabalete