Aurora Torres presenta su último libro en Madrid, “Medias cortas para Julia”.

 La artista y escritora ha presentado su último libro en Madrid.

“La Buena Vida. Café del Libro”, fue el lugar elegido.

La presentación de la autora fue a cargo del escritor Luis Astolfi.

“Cuando un amigo común me propuso presentar este libro no lo dude y dije que sí.

Dije que si sin conocer a su autora (a la que ahora ya conozco), dije que sí, sí a todo, sin haber siquiera leído el libro (aunque leer el libro fue lo segundo que hice, justo después de darle el sí).

Así que cuando me propuso participar en este acto de presentación lo primero que pasó por mi cabeza fue: “¿Poesía? ¿Pero quién escribe poesía hoy en día?” Y más: “¿Quién publica poesía hoy en día?” Y entonces recordé que escribir poesía es algo inevitable, cuando la poesía decide que alguien debe escribirla, y ese alguien se rinde, sin posibilidad de escape, a los deseos de la poesía de ser escrita.

Aurora Torres define su poesía como poesía erótica, y yo no creo que lo sea. No en modo absoluto, o específico, porque en cierto modo sí que lo es, en general, porque toda poesía es erótica en su fondo, cuando no siempre lo sea en su forma. Es verdad que en este “Medias cortas para Julia” encontramos poesías explícitamente eróticas y otras que no lo son, unas en las que todo se dice y otras en las que todo se calla, aunque al lector le sea fácil ver lo que sucede a través de los visillos de la ventana de la habitación de Julia, o forzando la vista a través de la ventanilla empañada de su coche.

En esta obra de arte nos vamos a encontrar con poesías que son cuadros, pinturas enmarcadas. Son experiencias visuales, crean su imagen en la mente del observador, como una escena cinematográfica, a veces en foto fija, a veces en pleno movimiento, a veces en blanco y negro, a veces en technicolor, como un cuadro en el que se hayan pintado las palabras a veces con las pinceladas finas de Dalí, a veces con goyescos brochazos enfadados.

Todo ello compone un libro que es en sí bello, como objeto, como cosa lúbrica que sostener en las manos y acariciar, y mirar con descaro, y oler con desvergüenza de vez en cuando. A lo que hay que añadir los preciosos dibujos del maestro Curro Sújar, manifestación física de lo que, exactamente, se forma en la mente del lector. Por todo ello, yo me pregunto: ¿Quién querría desperdiciar esta placentera experiencia leyendo sus 48 páginas en los no más de tres minutos que se tardaría en hacerlo todo seguido? Omitiré el símil que se me ocurre, pero sí acabaré añadiendo que lo bueno nunca es demasiado, salvo cuando es demasiado breve.

“¿Qué es poesía?” Le preguntaba a Gustavo Adolfo su amada nínfula. La respuesta del poeta enamorado es por todos conocida, pero es con esta pregunta con la que quiero ceder la palabra a quien más derecho tiene a usarla esta tarde, la autora.

-Aurora, para ti, ¿qué es poesía?”.

Por Luis Astolfi