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Para los isleños, la vida continental es muy atractiva por las ventajas que ofrece, tanto en emplazamiento como en el tema de viajar de una ciudad a otros. Sin embargo, «la hierba siempre crece mejor en el prado del vecino», y los continentales son quienes ansían la vida tranquila de una isla. En realidad, en las islas densamente pobladas y con ciudades de cierto tamaño no siempre hay tranquilidad, pero a muchas personas el mero hecho de rodearse de mar les tranquiliza. Por eso, conviene saber, para el continental ansioso de pasarse a la vida de isla, que existen muchas maneras de agenciarse una casa en la isla de sus sueños; y que no necesariamente van a tener que gastarse un dineral por ello. Podríamos poner muchos ejemplos, pero hablemos de un archipiélago concreto: Canarias. No, no vamos a centrarnos en una de las islas más pequeñas, sino en una de las densamente pobladas que he mencionado antes. ¿Lo adivinan ya? Sí, voy a a hablarles de cómo está el panorama de las propiedades en Gran Canaria.

Hoy en día, no tienen por qué comprarse el periódico y visitar la sección de anuncios por palabras para encontrar un minúsculo anuncio sin fotos de que se vende o se alquila piso en Gran Canaria, y así en cualquier otro lugar. De hecho, y gracias a la era de la informática y de internet en la que vivimos, es relativamente sencillo encontrar el tipo de propiedad que queremos alquilar en numerosas páginas webs; y en todas ellas, a menos que el vendedor o la persona que alquila no sean demasiado pulcros y detallistas, hay fotos de todas y cada una de las habitaciones del hogar. Quien dice hogar, por cierto, dice piso, chalet, apartamento, duplex, bungalow e incluso finca o tierras. Sí, incluso eso es posible encontrarlo fácilmente. Al fin y al cabo, los algoritmos de los buscadores de páginas webs más famosos son capaces de filtrar las propiedades disponibles según tipo, precio, lugar y condiciones.

Obviamente, el siguiente paso es hacer uso de esos servicios. ¿Miedo? Quizá con los mencionados anuncios por palabras podía haberlo, porque es mucho más difícil conocer la fiabilidad de la persona que vende o alquila una propiedad para otros. Sin embargo, en internet, y más concretamente en dichas páginas webs especializadas, es más fácil tranquilizarse, pues en la mayoría de casos son empresas o personas serias.