Cómo emprender de manera rentable

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El mercado económico de un país cualquiera es como el océano: es enorme, fluctuante y está nutrido de diversidad. En el caso del mar, hablamos de un sinfín de especies animales y vegetales; en el del mercado, de numerosas empresas que se dividen en grandes, medianas y pequeñas. Entre las pequeñas están las denominadas startups, que, como su etimología en inglés indica, son aquellas que acaban de nacer. Fundar una empresa, y por lo tanto convertirse en un emprendedor, siempre es un riesgo. Porque ¿en quién debe confiar el emprendedor? Primero, en sí mismo, pues de esa confianza sacará las energías para sacar adelante su todavía recién nacido negocio. Luego, es conveniente que deposite dicha confianza en sus trabajadores más allegados. Siempre es conveniente fundar una startup con ayuda, pues un trabajo bien dividido entre varias personas generará más resultados.

Hay otro aspecto en el que conviene que una persona que acaba de emprender y crear su propia empresa confíe, y es el de las inmobiliarias. Un emprendimiento rentable lo es si cada engranaje de la cadena funciona bien y si cada nuevo engranaje se acopla debidamente al resto, generando así un monumento de una longitud y de una complejidad cada vez mayor. En la base de esa cadena, está la financiación; y es aquí cuando entran en juego las denominadas inmobiliarias de colaboración. Atrás quedan esos días en los que era el trabajador, el emprendedor que ya de por sí está arriesgando suficiente, quien debía de adaptarse a las directrices de la inmobiliaria que había accedido a prestarle el apoyo económico necesario para sus bienes, sus inmuebles y su plan de negocio en general.

Porque las inmobiliarias colaborativas han sido creadas para ser ellas las que se adaptan a la persona que ha creado su negocio. Naturalmente, para poder hacerlo necesitan conocer de antemano el tipo de negocio, el mercado en el que se va a mover y el elemento imprescindible que lo define y que lo separa de la competencia. Solo así, las inmobiliarias en cuestión sabrán adecuarse creando una planificación económica acorde al modelo de empresa y al esquema de futuro a medio y largo plazo. En cualquier caso, se trata de una relación en la que vuelve a entrar esa característica psicológica imprescindible que hemos mencionado antes: la confianza. Porque la confianza mutua entre empresa e inmobiliaria dará lugar a un proyecto sólido desde la base.