Ratán, un toque de distinción en tu hogar

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Cuando imaginamos un espacio abierto lo primero que nos aparece en la mente es una decoración típica de terrazas o jardines. Dotar de un toque original nuestro jardín o la zona predilecta del hogar no precisa de una onerosa inversión. La silla ratán forma parte del mobiliario ideal para este tipo de espacios exteriores. De igual modo, la decoración de espacios interiores no está exenta de este tipo de sillas. La tendencia actual es utilizar sillas o muebles elaborados con este material, creando un entorno clásico y elegante. Asimismo, con un fácil; pero necesario mantenimiento, el ratán es un material longevo y resistente, que luce a lo largo de los años como el primer día.

¿Qué diferencias presentan el ratán y el mimbre?

Estos dos materiales son de origen vegetal. Su uso principal se encuentra en la elaboración de objetos de decoración, así como diversas piezas de mobiliario tanto de exterior como de interior. Entre sus principales cualidades se encuentran su peso liviano y su gran resistencia. No obstante, podemos encontrar, principalmente, cinco importantes diferencias entre el ratán y el mimbre, como las que detallamos a continuación:

1.  La Procedencia. – El ratán se obtiene de una especie de enredadera conocida como palmera trepadora que se halla en el Sur de China, India, Filipinas, Indonesia y África Occidental. El mimbre, por otro lado, se extrae de un tipo de arbusto, correspondiente a la especie de los sauces conocida como Sálix. Esta planta se halla mayormente en Chile. De igual modo se puede encontrar en Perú, Brasil, China, Estados Unidos, Europa Central y España.

1.  Las medidas. – Mientras que el mimbre alcanza una longitud aproximada de dos metros; el ratán puede  llegar a alcanzar casi los 200.

1.  La flexibilidad. – El mimbre presenta una maleabilidad natural, doblándose fácilmente.

En cambio el ratán es necesario humedecerlo o mojarlo para mejorar su flexibilidad y poder darle forma.

1.  La resistencia. – El ratán presenta más dureza y mayor durabilidad que el mimbre. Este hecho promueve la fabricación de muebles híbridos, combinando ambos materiales. Por un lado se consigue mayor flexibilidad en el acabado y mayor resistencia en su estructura.

1.  El acabado. – El modo de trabajar ambos materiales también presenta diferencias, logrando a su vez, acabados distintos. El mimbre se trabaja normalmente entrelazando las tiras hasta lograr el diseño deseado. El ratán por su parte; se suele curvar, moldear y anudar, para finalmente conseguir la pieza que se desee.


¿Qué cuidados necesita este material?


El hecho de presentar una gran resistencia y durabilidad no significa que no necesite un mínimo mantenimiento. Antes de limpiarlo es preciso eliminar toda presencia de polvo en las Zonas de difícil acceso con una brocha seca y con cerdas blandas. Posteriormente se pasará un paño húmedo a base de agua y jabón. Este procedimiento se debe realizar, al menos, dos veces al año sustituyendo el jabón por amoniaco. En caso de utilizarse en espacios exteriores, los muebles se deben cubrir con una lona. Si son muebles utilizados en estancias interiores del hogar es aconsejable que no reciban directamente la luz del sol.