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Uno de los entretenimientos de más éxito en los últimos tiempos es, sin duda, el de los casinos virtuales; es decir, esos a los que puedes jugar a través de internet. El motivo es que, en todos los juegos de un casino online, puedes apostar dinero y, de paso, entretenerte. En otras palabras, estamos hablando de un entretenimiento digno que, cada día y en todo el mundo, mueve a cientos de usuarios entusiasmados por experimentar el lujo y la diversión de una casa de apuestas y un casino convencional, pero desde el sillón de su casa. Por esa razón, cada día son más comunes los anuncios de esta nueva modalidad de ocio tanto en internet como en televisión, pues no cabe duda de que ambos son medios de comunicación de masas mediante los cuales los casinos de internet pueden darse a conocer.

Naturalmente, con las nuevas formas de entretenimiento, o con la adaptación de modos de diversión tradicionales a los nuevos formatos, siempre surgen dudas. ¿Estarán a la altura de la afición tradicional? ¿Tendrá inconvenientes? ¿Los contras serán más numerosos que los pros? La respuesta es no. Naturalmente, la diferencia de formato facilita ciertas cosas, como la comodidad a la hora de jugar a numerosos juegos de casino, como la ruleta; e imposibilita otras, como la comunicación en tiempo real y en un espacio físico con el crupier o con otros jugadores. Ambas formas de comunicarse y jugar son compatibles entre sí, pues no se invalidan. Es decir, los casinos de internet van de la mano con los casinos en un local físico y ofrecen maneras de divertirse jugando que no se anulan mutuamente.

En otras palabras, un mismo jugador puede, en un momento dado, tener ganas de jugar desde su casa, y al mismo tiempo decidir quedar con unos amigos para jugar en un casino del centro de la ciudad. Por eso, no hay que desdeñar ni despreciar los formatos como internet. Al fin y al cabo, y como pasa también con los videojuegos online, ofrecen también la opción de conocer gente que se encuentre en otra ciudad, en otra comunidad autónoma, o incluso en otros país. Para todo lo demás, la posibilidad de jugar a cientos de cosas y de apostar dinero al hacerlo, sigue presente. En resumen, los casinos online han venido para quedarse, y difícilmente se irán. Internet es el futuro de los juegos de azar.